Tensiones en danza, te miras de frente


Diluvia en Palma. Llevo días que quiero devolver unas letras aquí en este espacio y no encuentro horas. También es verdad que he estado inmersa en la entrega de llaves de uno de los hospitales más modernos de Europa, Son Espases. Una experiencia que otro día os contaré. Hoy me apetece hablar de expresión corporal. Suena a tablas, a sala en negro, a sillones en rojo… a teatro. Suena a movimiento, a ritmo, a juego… es algo mágico. Es el espacio en el que me muevo como quiero, y voy a donde quiero. Me permito desperezarme con placer, y noto como mi corazón tiene alas. El primer día me sentía incómoda, me dí cuenta lo que cuesta desrobotizarnos, romper la mecánica de movimientos y hábitos de comportamiento. A cámara lenta vas recobrando ritmo, y empiezas a soltar músculos, gestos y energía. Dicen que el cuerpo es el espejo del alma. Pues cuanto he descubierto en un movimiento. Afinar el piano del cuerpo con la expresión corporal y dar un masaje al alma me devuelven a un estado de paz. Pocas veces, ni jugando a balonmano, había sentido algo similar, la libertad. Aprendes de los sentidos. El cuerpo es tu único compañero. Solos, tu alma y él, se atreven a cogerse de la mano, si se dejan; cuesta al principio, para grabar el spot más humano jamás soñado. La música suena. Y empiezas a sentir y amar a tu cuerpo, retas al alma a decirte como se siente. Es curioso como te llega el calor de otro compañero/a de sala. Qué poco estamos acostumbrados a tocar, a mirarnos a los ojos, a compartir… Movimientos inusuales, imprevistos y sorprendentes que relajan y maravillan. Ponerse en la piel del cuerpo y emoción del otro para conocerse y ser más uno mismo. Que difícil ejercicio. Un encuentro de jueves por la tarde recomendable para gente que quiera sorprenderse. Allí te ves.

Mecedora de vida


Para que me acompañe la mecedora los días que me quedan por vivir. La ventana está abierta. Agotada, descanso. Me paro. Respiro. Me alivio. Las dudas se esfuman. Me vuelve a mirar. Las tablas del piso proyectan dos sombras: la de la infancia y el mar. Las congelo. No quiero despertar. (vivencias de una tarde por Palma con mi gran amigo)

Amigos hasta el infinito



Luna había probado la magía del teatro, de la música en directo, de los conciertos de música clásica, de las marionetas, de la tv y el youtube, pero aún no se había quedado a oscuras en una sala de cine ante la pantalla de los sueños. El lunes probó por primera vez las mieles del séptimo arte. No me lo quería perder. Deseaba ver su cara de inocencia, de sorpresa, de exploradora... Toy Story 3 o amigos hasta el infinito. Una película en el que los juguetes cobran vida, tienen sentimientos muy humanos. Con ellos es fácil echar la imaginación a volar y vivir aventuras fantásticas, recordar aquellos maravillosos años de la infancia y volver a creer que se puede ir hasta el infinito. Y yo me volví a perder en el encanto dulce de tener siempre amigos. Buena lección para Luna, confío en que algo le quedará.
(La banda sonora me gustó)
Hay un amigo en mi
cuando eches a volar
y tal vez añores,
tu dulce hogar
lo que te digo,
debes recordar
porque hay un amigo en mi,
¡Si, hay un amigo en mi,
Hay un amigo en mi,
hay un amigo en mi
y cuando sufras,
aqui me tendrás,
estare contigo ya lo verás!
no necesitas a nadie más
porque hay un amigo en mi,
¡Si, hay un amigo en mi!
Otros habrá tal vez
mucho más listos que yo
eso puede ser, tal vez
más nunca habra quien pueda ser
un amigo fiel, y tu lo sabes
Hay un amigo en mi
Hay un amigo en mi
cuando eches a volar
y tal vez añores,
tu dulce hogar
lo que te digo,
debes recordar
porque hay un amigo en mi,
¡Si! hay,un amigo en mi,
El tiempo pasara
lo nuestro, no morira
y cuando sufras,
aquí me tendrás,
estare contigo, ya lo veras!
lo vas a ver, es mejor saber
¡Que hay un amigo en mi! ¡Oh! ¡Sí!
¡Si, hay un amigo en mi!
Otros habra tal vez
mucho más listos que yo
eso puede ser, tal vez
más nunca habrá quien pueda ser
Tomar decisiones es un asunto que me pone. Creo que en cualquier organización, tod@s en alguna ocasión hemos tenido que decir algo en voz alta y clara, sin miedos, sin imputaciones, con valores, sin cortapisas, y abriendo nuevos caminos... Sin embargo, es cada vez más frecuente encontrar personas que lloran, que te acusan por la espalda, que no son lo suficiente valientes como para decirte que les pasa por la cabeza de frente, de decirte que estás equivocad@, que ven fantasmas que le acorralan, o que te esperan en la esquina para que tropieces y entonces aprovechan que ya que pasaba por allí te piso un poquito más la cabeza, ¡ay, no me di cuenta!... Es complicada la selva de la vida laboral. A mi me encanta descubrir sonrisas cómplices, situaciones que puedan agarrarte el corazón y sostenertelo en un puño un buen rato... Las pirámides están para dibujar los organigramas, pero en el patio todos llevamos la misma camiseta, pero siempre están los que se encuentran desplazados, los que no se fían ni de su sombra, los que quieren quedar bien con todo el mundo, los que mean como los perros su territorio... Buenos, cosas que te da el día a día. Habrá que ponerse un ipod y evitar escuchar su música triste y cobarde.

Manos frías, corazón caliente

Las emociones son como un desván cuyo contenido desconocemos. El lunes me fui con mi amigo de mi alma (marido) a ver una película que me dejó casi sin aliento. Soledad urbana y la fugacidad de la vida. Dos cápsulas para una película japonesa, Air doll, del director Kore-eda, que te deja anclada en la butaca explorando las pequeñeces que te ofrecen los días. Una muñeca hinchable, creada para la fantasía sexual, que se atreve a soñar con la realidad. Deja el latex para noche, y por el día, se escapa de su modesto piso de Tokio. Se “transforma” en humana, se atreve a explorar, a amar, a reir, a llorar, a tocar, a saltar. Vive. “La vida está construida de tal forma que nadie puede vivir solo. La vida tiene vacíos que sólo otros pueden llenar” son perchas de un armario del que cuelgan metáforas preciosas y poéticas para insuflar a la muñeca aliento que le ayude a descubrir cómo vivimos aquí en este planeta. En una de las mejores escenas del filme, la muñeca sufre un pequeño accidente y se desinfla. Necesita aire para volver a soñar, para que vuelva a latir un corazón desgarrado y con sentimiento de nostalgia y constante sensación de abandono. A través de la palabra, de la imagen, del desnudo, de la música y del gesto, Air doll plantea una reflexión sobre la vida, sobre su sentido, su vacuidad y la pérdida. Y habla también de la necesidad de compartir con ese otro cercano y lejano a la vez las porciones de felicidad que todos buscamos pero tantas veces no conseguimos. El amor, el sexo, a través del aliento llena la pantalla… El aire se convierte en motor de la vida, en el despertar de la soledad, del vacío, de la angustia, del miedo, de la ansiedad, de la perfección… Dicen que las personas con las manos frías tienen el corazón caliente, no sé si será verdad… A los compañeros de vida los elegimos nosotros, con defectos y todo, y nosotros no podemos elegir nuestros defectos, ni nuestras virtudes, son parte de nosotros y tenemos que vivir con ellos, pero siempre podemos “reinventarnos”. Nuestra vida es como una larga acera, con grietas, con chicles pegados, con papeles, con zapatos manchados, con bastones… Todo lo que hacemos en la vida es insignificante, pero es muy importante que lo hagamos, porque nadie más lo hará. Todo cobrará importancia, por lo que signifiques para el otro, y así lo hizo la muñeca.