La angustia de la mala sombra


Tenía apuntes que no había pasado a este blog por falta de tiempo de una obra que fuimos a ver en el marco de la semana de la danza en Palma. Malasombra, una pieza dirigida y coreografiada por Andrea Cruz y Tomeu Gomila, la interpretan Magda Tomás, Caty Carrasco y el propio Gomila. Los bailarines "pasean" y se zarandean entre una escenografía mínima presidida por una pantalla en la que se proyectan vídeos con las animaciones "simples" y "efectivas" del dibujante de comic Max.
Una estética expresionista y algo angustiante ("perder la sombra, como el alma, angustia mucho") reforzada por una música que fue sugerida en el guión por el propio dibujante. El resultado final de la banda sonora es el siguiente: el chileno Rodrigo Latorre (director de La Mano Ajena) musica el espectáculo con temas clásicos y atmosféricos que están grabados. En directo, Kiko Barrenengoa y Puter (Fábrica Primera) interpretan canciones de noise e industriales que casan muy bien con la fábrica que regenta el señor Malasombra, el malo malísimo inventado por el mallorquín. Malasombra es un personaje que se dedica a robar sombras para luego esclavizarlas en una fábrica", detalla, una peripecia bastante simple que se avenía muy bien con la expresión corporal y el movimiento. Nos encantó, nos dejó bastante impactados en positivo. Una crítica a la soledad, al mundo en el que vivimos, donde las pérdidas se incluyen en una agenda de renuncias conscientes e inconscientes de nuestros sueños románticos. Nuestras cometas de ilusiones, de poder y de seguridad, se ponen en entredicho, pierden fuerza. Leía el otro día que la mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha. Ya me río de las guerras, que lo mejor es que no deberían ni existir. Bastante tienen los humanos que luchan todos los días contra ellos mismos y sus fantasmas.

0 comentarios:

Publicar un comentario