Crecer desde la silla: adiós a los modelos obsoletos

Estaba pensando hoy durante en el almuerzo en la oficina sobre diferentes puentes que se podrían tender hacia los directivos para ayudarles a crecer en sus puestos de trabajo desde su propia silla. A veces acudo a diferentes congresos, conferencias, encuentros... y los formatos tristes y grises se repiten: una mesa y uno, dos, tres o más señores/as vestido/as con su mejor fondo de armario intentando desarrollar todo lo aprendido y comunicárselo a los que acudieron a la cita movidos por un márketing estupendo o por curiosidad. Pero acaba... y...? Todos vuelven a sus puestos.
Si las prisas son enemigas del aprendizaje, la tortura de aguantar en un pupitre puede ser peor. Pensaba en las posibilidades del teléfono, de esta máquina que me ayuda a llegar hasta aquí, en los puntos/plataformas de encuentro, con dinámicas grupales del aquí y del ahora, donde poder invitar a los directiv@s a reflexionar, a aprender de otras experiencias, a reforzar su manera de trabajar. Cuando ibamos a la facultad, estábamos hartos de folios y folios de apuntes... Desde nuestros puestos de trabajo podríamos crecer explorando nuevas formas de formación, donde los profesores podrían hacer un seguimiento individualizado de cada alumno desde los retos y los problemas que se les plantean en el día a día. Me recuerda a la fuerte herramienta que proporciona la figura del coach ejecutivo pero en esta ocasión para instruirnos a los directiv@s sobre cómo observarnos correctamente, ayudarnos a reflexionar, guiarnos con comentarios útiles y feedback adecuado, y montándonos encuentros sectoriales y transversales para focalizar mejor nuestro talento, y buscar una mejor interacción entre directivos y profesores. Verdaderos laboratorios del talento y liderazgo.

0 comentarios:

Publicar un comentario