Si las prisas son enemigas del aprendizaje, la tortura de aguantar en un pupitre puede ser peor. Pensaba en las posibilidades del teléfono, de esta máquina que me ayuda a llegar hasta aquí, en los puntos/plataformas de encuentro, con dinámicas grupales del aquí y del ahora, donde poder invitar a los directiv@s a reflexionar, a aprender de otras experiencias, a reforzar su manera de trabajar. Cuando ibamos a la facultad, estábamos hartos de folios y folios de apuntes... Desde nuestros puestos de trabajo podríamos crecer explorando nuevas formas de formación, donde los profesores podrían hacer un seguimiento individualizado de cada alumno desde los retos y los problemas que se les plantean en el día a día. Me recuerda a la fuerte herramienta que proporciona la figura del coach ejecutivo pero en esta ocasión para instruirnos a los directiv@s sobre cómo observarnos correctamente, ayudarnos a reflexionar, guiarnos con comentarios útiles y feedback adecuado, y montándonos encuentros sectoriales y transversales para focalizar mejor nuestro talento, y buscar una mejor interacción entre directivos y profesores. Verdaderos laboratorios del talento y liderazgo.
Hello world!
Hace 11 meses
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