Pensaba que no regresaba... estaba inmersa en un proyecto de cambio


Por fin he tenido tiempo para volver a teclear unas letras en este lugar tan infinitamente cautivador. Lo definiría como mi momento zen, de soledad y encontrarse con una misma. Estos días he estado inmersa en la elaboración de un megaproyecto de cambio y transformación de una comunidad. Un ciclo que imita a un aula abierta en donde el protagonista es la PERSONA. El trabajo no espera dar respuestas definitivas
sino provocar alguna que otra pregunta en cada uno de nosotros sobre el momento actual que atravesamos. ¿Por qué resulta tan interesante incorporar en las empresas una cultura de coaching, de cambio a través de sus líderes? Básicamente por una cuestión de influencia, el jefe es decisivo para el aprendizaje. Sabéis que más del 90% del desarrollo profesional no tiene lugar en las aulas, durante los cursos de formación, sino en el trabajo del día. Después de esta reflexión y de lo que he venido observando a mi alrededor, necesito gente con valentía, coraje, ilusión, ganas de cambio... ¡estoy hartas de grises y tristes!

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