Confianza se escribe con C de tierna y dulce compañía


Esta semana que acaba de expirar ha sido dura, laboral y personalmente. Anoche, mientras me preparaba la cena, comprendí lo importante que es tener una persona, a tu lado, en la que confiar. Confiar es una palabra que tiene un sonido que sabe a silencio, con un imán de ternura y dulce compañía placentera. Es cerrar los ojos y olvidar quien eres para entregar tus palabras a un túnel que siempre encontrará la luz. Es esa confianza-compañía que te trae a la memoría el alborozo de aquella "niña" cuando juega en la calle de mi más profunda y siempre presente infancia. La escuché reir y excitada mientras chapoteaba en los charcos que deja el temporal de Levante en la playa de mis sueños, "El Lancón". O cuando discutía por el balón en el campo de juego, entre risas. Escuchar esto lo reaprendí-resaboreé, hace varios años, en tres días concretos, las tengo grabadas en mi aún joven baúl: una mañana de un octubre de 1991, una noche de octubre de 2006 y el amanecer de 10 de julio de 2008. En esos momentos se me abrieron los ojos y las orejas a las emociones pequeñas, ingrávidas, momentáneas. Aquellas por la que siempre vives. Las noches son más buenas noches cuando una sabe que cerca hay esa compañía limpia, que huele a jabón y a colonia "nenuco", leyendo un cuento en su cama. Y sonrío mejor, duermo en paz. En cada mirada, una complicidad. En cada suspiro, una ayuda sin ticket de retorno. En cada tristeza, un lo vamos a arreglar. En cada duda, una respuesta. En cada sonrisa, un sorbo de un millón de gracias. En cada abrazo, un siempre estaré aquí. Volver para volver. Y me vuelvo a rendir.






1 comentarios:

GraficWorld dijo...

Hola paseando por los blogs que han llegado a tuo.Ti dejar un saludo y feliz domingo.
Gio '
http://remenberphoto.blogspot.com/

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