Mi cerebro y el juego de la música

En los últimos años, intento detenerme en todo aquello que tenga que ver con la música y su enigmática relación con lo más profundo del ser humano. Tu Cerebro y la Música, de Daniel J. Levitin (trabajó como productor musical con músicos de la talla de Santana, y ahora es catedrático en la Universidad de McGill, en Canadá, donde dirige el laboratorio de percepción musical y cognición, me tiene intrigada. Recurriendo a las últimas investigaciones y con ejemplos de piezas musicales que van de Mozart, Duke Ellington a Van Halen, Levitin desvela multitud de misterios. ¿Qué pasa en nosotros cuando escuchamos una canción? ¿por qué estamos tan emocionalmente unidos a la música que escuchábamos cuando éramos adolescentes? No sé si os ocurre, le pasa a casi el 100% de los mortales que tiene algo en la caja roja, pero hay letras de canciones que nos hacen sonreir o llorar. La música juega un papel muy significativo en las vidas de muchos de nosotros. “La historia de lo que hace tu cerebro cuando oye música es la historia de una orquestación exquisita de regiones cerebrales, en la que participan las regiones más antiguas y más recientes del cerebro humano, regiones tan apartadas como el cerebelo, situado en la parte de atrás de la cabeza, y los lóbulos frontales, justo detrás de los ojos. Se trata de una coreografía precisa de liberación y respuesta neuroquímicas entre sistemas lógicos de predicción y sistemas emotivos de recompensa. Cuando nos gusta una pieza de música, nos recuerda otra música que hemos oído, y eso activa huellas mnemotécnicas de períodos emotivos de nuestras vidas”. La música es el único tren que es capaz de llevarte al pasado, sin pasar por ninguna estación. Es magnífica esta sensación.

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