E-mail recibido


De: Tristeza
Para: Valientes
Ayer me enteré que el novio de una amiga le ha dicho adiós sin explicaciones por e-mail. Me asusté. Me hice preguntas de la utilidad de las redes sociales, de las máquinas del éxito inmediato, de los e-mails… Y la verdad que es parte ya de nuestra historia. Hay gente muy sola, muy triste, muy desesperada, muy alegre, muy humilde… que vive en el 2.0. Todos queremos estar en facebook, twitter... Dicen que tener a alguién con quien contar las 24 horas, en canal abierto, retrasa el parkinson, calma las penas, regenera neuronas… Pues bienvenidas sean las nuevas tecnologías, si se trata de salvar vidas. Es una ventana abierta al mundo, a la vida, a los amores, a las anécdotas, a los desencuentros, a las inquietudes, a los gustos, a las añoranzas... Ya cada vez se habla menos y se escribe más y se escucha también más, quiero pensar. Es difícil comprender las sorpresas que nos aguardan las esquinas de la vida. Y es cierto que las personas sólo cambiamos cuando de verdad nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo. Lo vivía Marcel Proust con su magdalena y ahora se apuntan los del PNL, el verdadero significado de las palabras no están en los diccionarios sino en las emociones que nos suscitan. Un teclado, una luz en verde del messenger activa a las personas. Hay que saber controlar ese lenguaje emocional, lo que nos decimos y cómo nos lo decimos. Hay que intentar educar a nuestro cerebro, reinventarnos, hacer cosas diferentes para obtener resultados distintos. El mejor cortafuegos, el saber aceptar y abrazar lo que nos pasa, y en no hacer de nuestros sentimientos una vida de sentimientos. Es bonito sentirse triste, aceptar la tristeza, pero no por favor, perdamos recursos. Tienes que ser capaz de dar un paso adelante, aunque sea pequeñito, pero haz algo, toma una decisión, aunque no sea perfecta, un movimiento sencillito, lleva a un gran revolcón a nuestro cerebro. Me asusté de unos e-mails, y ahora tengo que volver a empezar. Así se sintío nuestra amiga cuando recibió un e-mail.

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