Lluvia de ilusiones: de la fragilidad a la fortaleza


… cuándo os enterastéis de que los Reyes son los padres? Mi marido tiene en mente, de forma imborrable, aquel día en el que comprendió que los adultos mienten. Menuda conspiración adulta, la cabalgata de los Reyes Magos. Dice Alberto que tardó bastante tiempo en perdonarles la ilusión que habían roto. Creo que esta experiencia, al igual que otras similares que nos suceden durante la infancia nos permite hacernos fuertes para las ilusiones que nos serán pisoteadas en el futuro. Nos permite valorar lo importante que es la ilusión en nuestras vidas, por frágil que nos parezca. Al igual que es el compromiso y la confianza en cualquier organización o entorno. O reconocer la adversidad y hacer las paces con ella. Es cuestión de ir construyendo arqueología interna con paredes herméticas con post-it de colores: credibilidad, respeto, trato justo, orgullo y amistad. De la fragilidad a la fortaleza hay un trecho. Difícil es recorrerla, pero al final, llega la recompensa.











1 comentarios:

Yok 70 dijo...

Lo importante es no perder la ilusión, pese al interés de algunos 'entes' por pisotearla. Eso es lo que cuenta

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