"Hay que volver a retarle, y que la vida no nos espere detrás de la puerta"



"La soledad es muy hermosa... Cuando se tiene alguien a quien decírselo". G.A. Bécquer.

¿Conocéis algún caso de alguién que en milésimas de minuto se queda sin lo que más quiere? Ayer tuve la oportunidad de estar con una mujer que acababa de perder a su marido y a su hija de 15 años. Conozco de cerca a una amiga que se quedó sin sus dos vidas (su chico y su hijo de poco menos de 7 años)... Siempre tenemos un caso a nuestro lado. ¡Qué putada! ¡Esto si que es una gran putada! ¡La vida te juega una gran faena! Te pega una estocada magistral y te pone rumbo a ningún sitio. Ya no valen las discusiones, ya no se aceptan los no dije, ya se quedan demasiados interrogantes sin que nadie te lo pueda contestar...¿y no me dio tiempo a decirle lo que le quería, y por qué no le dije lo que le echaba de menos...? En el caso de la primera, hasta perdió su casa. Se queda sin nada, sin su camisa, sin sus fotos, sin su olor en la almohada... ¡Qué difícil levantarse! Pero la vida sigue y ahora te toca a ti meterle un gol. Me imagino y así lo haría que habrá que ir tomando pequeñas decisiones para volver a encontrar la brújula que ponga rumbo a otro lado, donde volver a sonrier. Animarse a uno mismo, sellar resentimientos y dudas, matizar aciertos, olvidarse de sin sentidos y agarrarse al día. La última de las libertades humanas es la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino, lo decía Viktor Frankl. Sólo me atrevo a automedicarme y daros una receta: "Hay que volver a retarle, y que la vida no nos espere detrás de la puerta".

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