Triunfar, vencer es llenar de forma gratificante un vacío. Todo depende de la oportunidad que cada uno de nosotros estemos dispuestos a conquistar. La ilusión es el ingrediente básico para lanzarnos en el laberinto de la confianza y de nuestra propia innovación. No puedes vencer si no tienes ganas de vencer. La felicidad no se busca, se crea. Allí estuve gracias a Cristina.
Tenía apuntes que no había pasado a este blog por falta de tiempo de una obra que fuimos a ver en el marco de la semana de la danza en Palma. Malasombra, una pieza dirigida y coreografiada por Andrea Cruz y Tomeu Gomila, la interpretan Magda Tomás, Caty Carrasco y el propio Gomila. Los bailarines "pasean" y se zarandean entre una escenografía mínima presidida por una pantalla en la que se proyectan vídeos con las animaciones "simples" y "efectivas" del dibujante de comic Max.
Una estética expresionista y algo angustiante ("perder la sombra, como el alma, angustia mucho") reforzada por una música que fue sugerida en el guión por el propio dibujante. El resultado final de la banda sonora es el siguiente: el chileno Rodrigo Latorre (director de La Mano Ajena) musica el espectáculo con temas clásicos y atmosféricos que están grabados. En directo, Kiko Barrenengoa y Puter (Fábrica Primera) interpretan canciones de noise e industriales que casan muy bien con la fábrica que regenta el señor Malasombra, el malo malísimo inventado por el mallorquín. Malasombra es un personaje que se dedica a robar sombras para luego esclavizarlas en una fábrica", detalla, una peripecia bastante simple que se avenía muy bien con la expresión corporal y el movimiento. Nos encantó, nos dejó bastante impactados en positivo. Una crítica a la soledad, al mundo en el que vivimos, donde las pérdidas se incluyen en una agenda de renuncias conscientes e inconscientes de nuestros sueños románticos. Nuestras cometas de ilusiones, de poder y de seguridad, se ponen en entredicho, pierden fuerza. Leía el otro día que la mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha. Ya me río de las guerras, que lo mejor es que no deberían ni existir. Bastante tienen los humanos que luchan todos los días contra ellos mismos y sus fantasmas.
Estuvimos viendo hace unas semanas, la nueva edición de Angell, del Cirque Buffon. Bajo la batuta de Frederic ‘Boul’ Zepperlin, ex del Cirque du Soleil, los creadores del espectáculo se contornearon, cantaron, bailaron y coquetearon con la poesía, la música, la danza y el teatro. Contaron la historia de Igor Vasiliev, un ángel negro que sufre por estar atrapado entre el cielo y el infierno; Igor quiere huir, pero le es imposible ya que no puede volar. Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo, decía William Shakespeare. Igor logró elavarse entre la bruma de los recuerdos. Como la luna llena, se desparramó entre las estrellas, regalando su entereza. Como un barco liberado, surcó nuestra infinita sonrisa.
Hartos, quemados, desesperados, encendidos, cansados: indignados. Si el domingo encendieron la antorcha por un futuro mejor, durante los últimos días ha sido la hoguera de los sueños y una realidad que ya nadie niega: el movimiento spanishrevolution. Estos días pasé por Plaza España y cada día me quedé unos minutos más. Es difícil despegarse y marchase a casa dejando tanta rabia e indignación acumulada. Es vivir un sueño hecho realidad. Y más en Palma, donde nadie parecía que se mueve. Digo parecía porque ya han dejado un nuevo surco en el camino de la historia hasta donde los jóvenes pueden llegar. Sí, porque el martes apareció la magia de lo espontáneo. El milagro de la comunicación. La potencia de difusión del mensaje a través de las redes sociales. La fuerza de una nueva generación. El ahogado sentimiento de la indignación reventaba todas las costuras. Y todos a Plaza España. Allí es un punto de encuentro de amigos y no amigos que un día se encontraron en un camino que ya tiene sus primeras señas de identidad. Están superbien organizados. Es gente que está preparada. Qué está formada. Las asambleas son una verdadera escuela de ética y civismo. No me lo puedo creer pero es una realidad. La Ley es la calle. La Ley somos todos. Las vibraciones no pueden ser mejores. Las anécdotas son inmejorables, llenas de abrazos, dulzura y apoyo humano. Un señor se acercó a Plaza España a llevar 50 kilos de naranjas porque le han despertado del letargo. Otro dejó allí su placa: Soy... y he decidido donar una caja de material escolar a esta gente con tanto corazón. En la tienda de electricidad no les cobraron los 100 euros de cables y enchufes para instalar mejor la megafonía. Y así... hasta 3.000 historias diferentes de 3.000 personas que cada noche están participando de forma activa en la Asamblea. No he querido que Luna se pierda la historia. Cuando se levanta todos los días me dice: "¿Vamos a ir a Plaza España a ver los tambores?". Anoche quería intervenir con micrófono en mano. Una de las activistas más jóvenes a la pregunta que quieres para el futuro, contesta: Un mundo lleno de galletas y juguetes. Sí para comer y para ser feliz y soñar. Las piezas empiezan a cuadrar, milagrosamente, como un Tetris. Si hacia falta una pancarta, aqluién aparecía con ella. Si necesitas colores, allí hay para que pintes. Si necesitas información, allí alguién se encarga de recopilar. Te sientes escuchada y respetada. Y así es este movimiento que pasará la historia como uno de los grandes éxitos de movilización ciudadana ajena a partidos políticos y sindicatos. ¿Por qué estamos aquí? Estamos porque queremos una sociedad nueva que dé prioridad a la vida por encima de los intereses económicos y políticos. Abogamos por un cambio en la sociedad y en la conciencia social. Demostrar que no estamos dormidos, ni narcotizados, y que seguiremos luchando por lo que merecemos por la vía pacífica.
Me salté ayer mis clases de inglés, después de unos días de inmersión por Edimburgo, para asistir a unas jornadas organizadas por APD (Asociación Para el Progreso de la Dirección) en Palma sobre El valor empresarial de la empatía. No me podía perder a un trío excepcional y único, Juan Carlos Cubeiro, Joan Quintana y Jordi Peña, orquestando cómo descubrir y avanzar en dos conceptos intangibles como es la empatía y el talento en las organizaciones, un tándem que hay cuidar con mimo como un verdadero bonsai. Juan Carlos Cubeiro, como un excelente jardinero humano, sembró diferentes ideas sobre la empatía. Está claro que estamos ante un cambio de época, pero como bien dijo él "ser exigente, ser respetuoso, ser fiable, ser sorprendente, ser involucrador" nos hará más competitivos en esta nueva era.
Es importante que los hilvanes del futuro de las organizaciones empresariales lo cosan PERSONAS (con mayúscula) con una gran capacidad de ser generosos, en palabras de Cubeiro, "que se distingan por su confianza, por su excelencia, por su innovación y por su talento". Es más las empresas deben estar pilotadas por individuos que "sepan comprender a los demás, que se expresen con claridad, que confluyan en necesidades conjuntas, que intercambien conocimientos, que sepan gestionar conflictos, que hagan equipo, que marquen pautas".
Cada vez necesitan más las empresas, líderes que "sepan mandar y decidir, que escuchen con atención, que tengan serenidad, que prescindan de los tóxicos y lo más importante que sepan canalizar emociones", recordó el autor de Mouriño versus Guardiola. Tras el primer barniz de JC Cubeiro, uno de los más importantes y mayores expertos españoles en talento, liderazgo y coaching, llegó Joan Quintana. Abrazos igual a reconocimiento. Y así comenzó la segunda píldora del día con este consultor en desarrollo y comportamiento organizacional, gestión del cambio y coaching relacional. Quintana recordó la importancia que le damos las personas a los abrazos, "nos pasamos todo la vida esperando ser abrazados"; y profundizó en la esencia de cada persona, la que lleva colgada en su mochila muy particular repleta de miradas, escuchas, maneras de preguntar o de pensar. "Hemos sido reconocidos de diferente maneras, hemos contruido nuestra propia visión del mundo", decía Quintana, al preguntar a la sala que entendía por empatía. "Empatía debe ser cuestionarse constantemente", afirmó, atreviéndose a invitarnos a descubrir y mirar nuestras zonas invisibles. En ese reconocimiento y escucha tan necesario para entablar cualquier negociación o conversación se deben incorporar preguntas claves: ¿cómo queremos ser vistos?, ¿qué hago para ser visto?, ¿quién no me ve o tiene dificultades para verme?, ¿qué podría hacer para que me vean los que no me ven o me ven poco?.
Escuchar es, según Quintana, ver al otro y lograr que se sienta comprendido, siendo capaz de poner atención a las emociones, las explicaciones, las acciones y el sentido que tienen las personas y los hechos para el otro. Es aceptar que el mundo de los otros es distinto y que es imposible llegar a estar en el lugar del otro, pero que es posible acercarse, y hacerle sentir que se está su lado.
Reconocer es compartir con otro la opinión y los afectos que tengo por el o ella. Es ser capaz de mostrarle y hacerle sentir lo importante que es para mi y cuáles son las cosas que valoro positivamente y aquellas que creo es necesario mejorar. Es aceptar que mis opiniones y emociones sobre los demás son el resultado de mi historia, que no describen a los demás, pero que influyen en la manera en como ellos se ven a sí mismos y en como se relacionan conmigo.
Y en esta lucha de pensamientos, todos buscamos ser reconocidos. Es la única necesidad de nuestro ser cultural.
La jornada, presentada por Sebastián Escarrer, la cerró Jordi Peña, jefe de la Secció de Neurologia de la Conducta del Hospital del Mar, y grupo de Neurología de la Conducta del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona, quien ayudó a los directivos a conocer en profundidad donde se esconde la empatía en el interior de nuestra mente. Jordi Peña diferenció mentalización de empatización y recordó la función de las neuronas espejo y el contagio emocional. He explained us the theory of mind allow us to attribute mental states to other people: Emerge at about four years of age; Absent in monkeys, rudimentary in apes (= anthropomorphic); Absent in autistic children.
La jornada me recordó un cuento que algún día leí: relata una historia que el sabio Confucio animó a uno de sus discípulos a caminar por un bosque. Mientras el maestro paseaba distraídamente, silbando y observando los árboles y los pájaros con los que iba cruzándose por el camino, su acompañante parecía nervioso e inquieto. No tenía ni idea de adónde se dirigían. Harto de esperar, finalmente el discípulo rompió su silencio y le preguntó: ¿Adónde vamos? Y Confucio, con una amable sonrisa en su rostro, le contestó: Ya estamos.
Sí hay que valorar todas las pequeñas cosas como diría Serrat, y la empatía nos ayuda a conectar con el otro y con nosotros mismos. Parafraseando a San Juan -"el que no ama está muerto"-, y Ana María Matute "el que no inventa no vive". El talento es inteligencia triunfante que dirige el comportamiento hacia la libertad, la dignidad y la felicidad. Y en esa tenemos que estar tod@s en estos momentos de crisis, en el que arrimar el hombro y la cooperación son las grandes recetas.
Pie de foto: Cheska con Luna (mi hijita) en la cámara oscura de Edimburgo.
¿Deben ponerse todas las empresas en las redes sociales? No sin más. Eso tiene utilidad. Deben hacerlo cuando estén preparadas, buscar un objetivo específico. No vale de nada crear una estrategia para Facebook o Twitter si no está arraigada con los objetivos de la empresa. De entrada, para generar tráfico a la página hay que buscar a la gente interesada en mi empresa, mirar las conversaciones, hacer seguimientos. Al principio no es fácil, y si quieres negocio tienes que hacer algo de publicidad, aunque la mayoría de las organizaciones se las arreglan pagando poco. ¿Y contratar a personas específicas para realizar el seguimiento en las redes, como los community managers? No. Debe realizarlo cualquier persona de la organización. Hay que dar a los empleados las herramientas para manejar las redes sociales, pero lo más importante es que sientan pasión por las relaciones con el cliente. La pasión no se enseña. Esos son quienes deben mantener las relaciones con los clientes en las redes sociales.
"Yo sólo quería irme de allí. No quería morirme". Esta fue la decisión que tomó uno de los supervivientes del accidente de los Andes(1972) cuando se destapó como líder y empezó a buscar el camino que le llevaría días después a la civilización. Nando Parrado pasó por Palma y allí estuve para no perderme el relato de un milagro. Parrado contaba que "cuando el cerebro percibe el inicio de la inanición, cuando se da cuenta de que el cuerpo ha empezado a descomponer su propios tejidos para usarlos como combustible, libera adrenalina en señal de alarma de un modo tan violento e intenso como el impulso que lleva a un animal acorralado a huir del depredador que le ataca. (…) Supongo que hay ciertas líneas que la mente cruza muy lentamente. Cuando mi mente cruzó finalmente ésta, lo hizo con un impulso tan primitivo que me dejó anonadado. (…) No me sentí culpable ni avergonzado. Hacía lo correcto para poder sobrevivir. Entendía la magnitud del tabú que acabábamos de romper, pero si sentía un intenso resentimiento era sólo porque el destino nos había obligado a elegir entre este horror y el de una muerte segura".
El accidente le marcó, sin duda, pero Nando ha aplicado la misma intensidad a su vida, aunque comparó aquella tragedia con la creación de sus empresas y comentó: "Todo esto me parece un juego".
Nando tiene una voz cálida y maneras suaves, pasión e ilusión. Comunica excelente, sus palabras sienten. Se comparó con un animal. "Está claro que cuando estás en una situación límite de este tipo te vas transformando en casi un animal. Has de sobrevivir basándote en el instinto, en mecanismos que son totalmente nuevos para ti. La mayoría de nosotros no había visto nunca la nieve. Pero teníamos menos de 20 años, y cuando eres tan joven te parece que eres inmortal: nada puede pasarte. A esa edad, la muerte está muy lejos, y convivir con ella tan intensamente te hace madurar mucho. El alud nos cogió por sorpresa. Y sí, me abandoné: estás enterrado en la nieve, en la oscuridad; no te puedes mover, no puedes respirar; tienes como diez mil toneladas de cemento encima, y no te queda más remedio que aceptar que vas a morir. Y entonces sientes como un relax. Había sido tan violenta la supervivencia hasta ese momento, tan fría, tan helada, que al ver que iba a morir no sentí pánico, sino una especie de descanso. Sorpresivamente, alguien me sacó y pude respirar".
Nando habló también de la difícil decisión de comer carne humana. "No fue fácil, pero tampoco tan terrible: hay que estar allí para entenderlo. Tú estás abandonado en un glaciar a más de 4.000 metros de altura y tienes que salir de allí como sea, pero estás débil y el tiempo no te deja moverte. Sabes que si no comes, nunca saldrás de allí. En esa situación, tu mente trabaja en otra dimensión, piensa de otra manera. Y el cuerpo y la mente se defienden. Una noche, Carlitos está a mi lado: “Qué estás pensando”, le pregunto. “Lo mismo que vos”, me dice. “¿Y cómo sabes lo que estoy pensando?”. “Porque todos estamos pensando lo mismo”. ¡Todos pensábamos lo mismo! Decidimos plantearlo a los demás, y al poco, todo el grupo hablaba de ello. Tardamos 10 días en atrevernos a verbalizarlo, cuando ya la supervivencia estaba realmente comprometida. ¿Y cómo se muere uno mirando a los ojos del que se está quedando congelado a tu lado? De no tomar esa decisión, todo hubiera podido ser mucho más dramático, tal vez violento. Decidimos respetar, mientras nos fuera posible, los cuerpos de los familiares: el de mi madre y mi hermana mientras yo estuviera allí".
Fueron un equipo, se conocían. Sin embargo, cree que hicieron lo que debieron: "
Yo creo que nunca fuimos mejores hombres que allí arriba. Éramos tan primitivos como los hombres de las cavernas, pero con la inteligencia y la educación de hoy. Estábamos al límite de los límites, pero habíamos sido educados en el respeto, el honor, la ética y la amistad. La mayoría éramos amigos desde hacía más de diez años, nos conocíamos desde pequeños, y formábamos un equipo de rugby; eso quiere decir que estábamos entrenados para resistir. Diez minutos después del accidente, ya actuábamos como un equipo: el capitán, Marcelo Pérez, asumía su función, y Roberto y Gustavo, como estudiantes de medicina, se hacían cargo de los heridos. Al poco, Marcelo ya estaba pensando en cómo construir una pared para parar el viento. Eso nos salvó. Si él no hubiera actuado con tanta decisión hubiéramos muerto congelados la primera noche. Una respuesta tan organizada hubiera sido muy difícil en un avión comercial, con gente de distintas edades, países, culturas, idiomas…, gente que viaja sola y gente que va con su familia, porque en ese caso, si uno tiene un trozo de chocolate, ¿lo reparte o lo guarda para sus hijos? Nosotros lo pusimos todo en común".
También recordó cuando escucharon en la radio que no nos iban a rescatar. Entoncés, fue cuando decidió que yo no iba a quedarme allí, que subiría aquellas montañas, y si había que morir, moriría en el camino. "Tenía un miedo bárbaro y no podía irme solo. Era una situación muy angustiosa, porque no son horas ni días, son semanas pensando en cómo marchar, y mientras tanto van pasando cosas: miras el tiempo y vas descartando a los que no pueden ir porque están débiles, y al final te quedan tres o cuatro. Y les has de convencer. Yo los miraba y pensaba: Dios mío, están horribles y yo no debo estar mucho mejor; hemos de esperar a que el tiempo mejore, pero hemos de salir antes de que estemos demasiado débiles para intentarlo".
Al año del accidente, su padre le dijo: “Quiero ir a poner flores”. Y yo le dije: “Te acompaño”. En lugar de ir por el lado chileno, que es por donde salimos nosotros y tardamos 10 días, vamos por el lado argentino, que son tres días nada más y se puede ir caballo.
"Cuando vuelvo, siempre me impresiona. Es un lugar magnífico, espectacular, silencioso e inmenso". Nando Parrado acabó su conferencia con un audiovisual durante un viaje que hicieron a ese lugar con su mujer y sus dos hijas. "Nunca habían querido ir antes, pero después de leer el libro quisieron hacerlo. Querían ver el lugar donde nacieron. Me dicen: “Papá, si tu no hubieras hecho eso, nosotras no existiríamos”. Nando aprecia las pequeñas cosas de esta vida.
Estuve hace unas semanas, en un congreso nacional que se pasea a lo ancho y largo del territorio nacional sobre valores que deben desarrollar los jóvenes. Me pasé por allí para escuchar a Toni Nadal (el tío y entrenador de Rafa Nadal) y uno de los supervivientes del accidente de los Andes, Nando Parrado (a continuación en el blog). La verdad que el tío Toni es uno de los grandes artífices de la lucha y el sacrificio que desprende Rafa en la pista. "Cuando Rafael era pequeño ya había un compromiso fuerte de trabajo, y él era responsable de sus actos, sabía que había que luchar para ser un buen jugador en el futuro, y eso conlleva sacrificios". Toni contó una anécdota que la grabé en mi memoria: "Un día iban hacia un partido de tenis, Rafa era muy pequeño. De camino, el joven tenista sintió miedo, y su tío le dijo: Ya sabes que soy mago, si ves que no puedes o vas perdiendo puedo hacer que llueva". Empezó el partido. Nadal iba perdiendo, pero empezó a remontar, corría y corría como nos acostumbra. No daba una bola por perdida y comenzó a llover. Entoncés, se dirigió hacia su tío, que estaba debajo de un tejado y le pidió: Tío, tú que eres mago, por favor, dile al sol que salga".
Toni confesó que siempre ha sido muy crítico con su sobrino. "Es mejor exagerar la crítica que aligerarla. Nunca acepté excusas a Rafael para justificar sus derrotas. Lo que marca la diferencia es el trabajo duro. El que se crea mejor por ganar algo es un estúpido". Además, el técnico sabe que su pupilo respeta su autoridad, además se ser muy humilde. Para él, hay un principio fundamental: control. Crearle la exigencia, las ganas, toda esa intensidad, se hace, básicamente, en los años juveniles", añade. Otra de las claves del triunfo de Nadal es que siempre ha tenido "los pies en el suelo" y recordó una anécdota vivida por su sobrino al que reprochó comerse una mariscada en San Juan de Luz. "A tu edad, lo que debes hacer es comerte una hamburguesa" o "el día que le ordenó que se diese la vuelta y se pusiera pantalón largo para ir a un restaurante", dijo. Por último, celebra la buena relación que mantiene el manacorí con su gran rival, el suizo Roger Federer. "Rafael siempre lo tuvo claro: el rival lo es en la pista, algo que deben de aprender los políticos". Me quedo con una frase: la felicidad se hace en el camino, no todo es ganar o perder.
“Tengo 37 años. Nací en Tolosa y vivo en San Sebastián. Soy ingeniera y MBA por Esade. Subo montañas: soy la primera mujer en coronar los 14 ochomiles del planeta. Estoy soltera y sin hijos. No me interesa la política. De tanto ir a Nepal se me está pegando el budismo.
-Ha subido a lo más alto.
Aunque yo no me sintiera en lo más alto.
-¿No?En mi vida diaria me he sentido muy poquita cosa, y he intentado suicidarme varias veces.
-¿Cómo?
Pastillas, cortándome las venas… y al final llamando siempre al 112, que me salvaba. Quería llamar la atención, supongo…
-¿Cuándo fue eso?
En el año 2006: ya tenía ocho de las catorce montañas de ocho mil metros de la Tierra.
-¿Y qué le pasaba?
¡No quería vivir! No salía de la cama, sentía que no valía nada, no me quería: encerrada a oscuras, no quería ver a nadie… Es tan, tan jodido… Los demás decían: “¡Pero si lo tiene todo!”. Pues yo no lo veía. ¿Cómo llegué ahí?
-Algún conflicto habría, ¿no?En la montaña me transformo: soy toda autoconfianza, seguridad, coraje… ¡Lo que me ha faltado abajo, toda miedos, inseguridades…! Ahora estoy aprendiendo a aplicar mi actitud montañera a mi vida cotidiana…
-¿Por qué confiesa estas inseguridades?
Es parte de mi autoterapia, supongo. Ahora que ya he conquistado las 14 montañas más altas de la Tierra, estoy conquistándome a mí misma: ¡esta es la montaña más alta y más difícil! Pero ahora estoy animada.
-¿Qué le llevó a subir ochomiles?
El amor me hizo himalayista: en mi primera expedición al Himalaya conocí a un alpinista italiano, Silvio, nos enamoramos… Ninguno de mis colegas quiso repetir un ochomil. Pero yo sí: por volver a estar con Silvio.
-Bonita historia...
Fue un amor imposible: él volvía con su esposa al acabar cada expedición. Estuvimos así tres años, de expedición en expedición… Hasta que tuvo otro hijo, y ya no volvió.
-¿Cómo lo vivió usted?
Fue muy duro. Silvio Mondanelli había sido mi acicate, era un crack,el jefe de mi cordada, y yo subía tan confiada… ¿Sería capaz de culminar un ochomil sin él? Dudé de mí, estuve a punto de tirar la toalla…
-¿Y?
Elegí el Cho Oyu… y lo subí. De los catorce ochomiles, el Cho Oyu es el más asequible, eso sí… Pero vi que podía seguir sin él.
-¿Quedan restos de alpinistas en las cumbres?
Si subes al Dhaulagiri pasarás un repecho con el cadáver congelado de un alpinista neozelandés. ¡El gran alpinista es el que sabe darse la vuelta!
-¿Qué quiere decir?
Saber cuándo no puedes seguir es clave: regresas…, ¡y ya habrá otra ocasión! Pero si sigues… quizá acabe todo ahí. La persona valiente es la capaz de retornar y hacerse autocrítica, no la suicida.
-¿A qué ochomil no volvería jamás?
Al K2. Es la cima más complicada. También ofrece la vista más espectacular.
-¿Daría un consejo a un lector deprimido y a su entorno?
Sólo hay un consejo: cree en ti. ¡Nadie puede hacer nada por ti! Sólo tú. Y al entorno: estar ahí… y paciencia. No le pidan nada al deprimido, le harán sentir más culpable…
-¿Qué planes tiene ahora?
Subir al Everest sin oxígeno, en abril, porque es el único ochomil que hice con oxígeno. Y recuperar mi vida, ser la heroína de mi vida: me gustaría tanto tener hijos…
-¿Está ahora enamorada?
Creo que sí.
¿cuanto te pagaron para que renunciaras a tus sueños? from jmunozlama on Vimeo.
Es más durante una cena con uno de los grandes en organización, estrategia de capital humano y gestión del cambio, José Manuel Casado, presidente de 2C (casado consulting) se refirió a tres animales-tigre, gato y oso-, como ejemplos que sirven para formar el modelo que nos permite ilustrar las prioridades en las fases de progresión en la carrera de los mejores trabajadores; esos que todas las compañías queremos y que ahora llamamos talento. Si yo le preguntase, por ejemplo, ¿qué caracteriza al tigre? probablemente respondería la agresividad, la movilidad y la rapidez de movimiento. El gato simbolizaría la búsqueda de una vida más balanceada y tranquila entre la fría calle y el cálido hogar, mientras que el oso querría estar bastante centrado y tranquilo.
Los tigres son ese tipo de trabajadores denominados como hard workers, centrados en la consecución del éxito de su carrera. Serían profesionales aspiracionales que trabajan más de 60 horas a la semana y está totalmente dispuestos, a cualquier hora de cualquier día o de la noche, a sacrificarse por la empresa. Son expertos en mover a sus casas y sus familias, tiene movilidad total e, incluso aceptan de buen grado ser expatriados en los países más remotos del mundo. Su carrera está presidida por la ambición: desean llegar a la cima tan pronto como sea posible. Incluso su familia es secundaria a su trabajo; lo que más les importa es el reconocimiento de la empresa, y su balance se llama work and work.
Después de cierto tiempo los tigres se convierten en gatos. Se casan, compran una vivienda, tienen hijos, deben llevarles al cole y ocuparse de su educación, etc. La empresa comienza a dejar de ser el único centro de preocupación, porque el trabajador se da cuenta de que hay vida más allá de la propia empresa y la familia comienza a ser mucho más importante. El tiempo que quieren dedicar a la empresa es ya menor de 60 horas y su movilidad comienza ser más compleja. Puede que no les importe viajar entre semana, o incluso estar fuera durante la mayor parte de la semana, pero quieren volver los fines de semana a su dulce hogar. Los gatos exigen que las empresas comprenda la necesidad del balance y la armonía entre su vida laboral y profesional; es decir su balance es work and life.
En la última parte de la vida profesional, los gatos se transforman en osos, quienes consideran que durante muchos años han trabajado muy duro y que entregado parte de su hermosa vida a la empresa. Piensan no sólo sobre su vida fuera de la empresa, sino más allá; es decir, en su propia vida cuando se retiren. Trabajar menos de 40 horas es uno de sus objetivos; tienen ya tiempo para disfrutar de su vida y la ocupación plena de su ocio se convierte en su prioridad, puesto que ya no tienen que ocuparse de sus oseznos que hace tiempo abandonaron su cálida osera, y ahora su interés se centra en el balance de life and life.
Y así pasando por los monos, zorros, delfines... Alzándome como curiosa jirafa, déjeme susurrarle al oido, ¿qué clase de animal es usted? ¿Tiene el hambre de un depredador pero se relaciona con su entorno como una abeja? ¿Tiene la rapidez de un guepardo pero la fiabilidad de un águila? ¿La lealtad de un caballo y la habilidad de una araña? ¿Es flexible como un mono y valiente como un toro bravo? Es genial jugar a "who is who?" o who is the animal that you are in your company?.
"Su tiempo es limitado, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por las reglas – de querer vivir con la forma de pensar de otras personas. No deje que el ruido de las opiniones de los demás ahogue sus pensamientos, su voz interior" (Steve Jobs, el hombre que revolucionó el ordenador personal con los Mac, el cine de animación con Pixar, la música con el iPod, los móviles con el iPhone, y pretende cambiar los medios de comunicación con el iPad). Cosas de locos , expresión que acuñé personalmente cuando me refería a los informáticos. Me parece fascinante el mundo de la informática, pero hoy hablaremos de las presentaciones de power point; hablan de este mago con jersey de cuello negro, zapatillas y vaqueros como uno de los grandes expertos. Me cansan y me aburren, me duermen, aquellas diapositivas llenas de letras, letras, letras... guiones y más guiones que el conferenciante utiliza de pizarra para leer como un papagayo su ponencia. ¿Eso es una presentación? Creo que no. En las ocasiones que he tenido que elaborar una presentación siempre me esmeré en buscar imágenes que impactarán y en divertir a los que estaban delante de mi.
Algunos de los consejos son:
-Vivir antes la historia.- Antes de ponerse manos a la obra, lo ideal es buscar un título sugerente a la presentación, nada didáctico, pero sí imaginativo y creativo.
-El paso siguiente es pensar, bocetar y planificar la secuencia del contenido. Hay que disfrutar creando las ideas sobre el papel o pizarras antes de pasarlas a las diapos. Estructurar es vital. Ordenar los mensajes para impactar.
-Orden y simplicidad pueden ser dos grandes ingredientes para el éxito de la presentación.
-Nada de frases largas ni palabrejas. El mejor aliado una imagen en lugar de sólo palabras o imágenes vinculadas a las palabras. Es como un post-it mental para los cerebros que están presentes, es una llamada de atención "Recordar esto".
-Dice Nancy Duarte, la gran especialista en la elaboración de presentaciones que "la estructura es mayor que la suma de las partes". Y es que es sumamente importante entregar algo memorable: frases poderosas, fotos impactantes, storytelling emotivo, estadísticas chocantes.
-Hablan los expertos de INFO-entretenimiento, y personalmente me decanto por escribir el guión de un corto. Los asistentes a una conferencia, a una presentación (ya sea en el entorno laboral o personal) no quieren bostezar. Debemos saber contar una historia, una aventura, dar vida con corazón a una hora (lo recomendable no más de 45 minutos. La brevedad es la mejor receta).
-En el armario, técnicas teatrales. El lenguaje corporal, la forma de expresarse es muy importante. Estudios cifran que el lenguaje corporal y tono de voz representa aproximadamente un 63% de la comunicación. Esto confirma otros estudios en los que se encontró que en la mayoría de casos la impresión que damos tiene poco que ver con las palabras reales. Por supuesto, usted no puede mejorar su lenguaje corporal y su expresión vocal a menos que “practique”.
Y seguro que me dejo algo en el tintero, pero no escatimen horas para planificar. La improvisación es la mejor preparación.
Dice el experto en innovación y periodista económico, Charles Leadbeater, que competir y cooperar al mismo tiempo es la mejor herramienta que manejan los excelentes equipos. Y la verdad que sí. Conozco a muchas organizaciones en las que en sus pirámides jerárquicas reina la rigidez creativa y cognitiva, un estado que aniquila la inventiva. Es más, utilizan entre sus máximas “divide y vencerás”, y construyen su organización con un déficit en integridad, transparencia, colaboración, interdependencia. Para muestra tengo varios botones. Esta mañana estuve con una gran persona que conozco desde que llegó a Mallorca, una ex dircom de una importante empresa, y las dos coincidimos que no podemos estar en un puesto de trabajo sentadas sobando la silla. Aletargadas. Volvimos a insistir en que si dejas de aprender en tu trabajo, detectas fallos de organización, desconfianza, falta de compromiso e implicación, o se dan grandes faltas de modales, ningún sueldo compensa esa pérdida de entusiasmo, ilusión y autoconfianza. Al final, ¿qué ocurre? que te acabas aburriendo, a un coste demasiado alto. Me subí al coche, y comprendí algo que había olvidado con tantas horas dedicadas a mi antiguo trabajo de que “si creas relaciones, aprendes”. Gente interesante=apertura de mente.
¿Para que sirven los hemisferios? No hablo del norte y del sur (me permito carcajear) sino del izquierdo y el derecho de nuestro cd mental. Dicen los expertos que en el hemisferio izquierdo almacenamos la lógica, el verbo, las palabras, los detalles; es como un cronómetro analiza y liga el tiempo; en el derecho, reside entre sus paredes la intuición, la creatividad, no tiene en cuenta el tiempo; es como una cámara de video que visualiza, sintentiza, permite imaginar y soñar. Hoy me viene a la cabeza, mi pequeña Luna pintando con sus acuarelas. Tan sólo tiene 2 añicos, pero siempre que le doy el pincel le pido que empiece a pintar su mejor cuadro. Se sale de los círculos, dibuja árboles de un solo trazado, nubes de color rojo... es fantástico verla romper los convencionalismos y la respuesta a la que siempre estamos acostumbrados. Sus garabatos sorprenden; son espontáneos, frescos, libres... El cerebro creativo y visual es una de las mejores herramientas para afrontar cualquier reto de nuestras vidas.
Salta la crisis, ¿todos a correr? No, no, no. Sin prisas, pero tomando conciencia del problema.
No obstante, el mejor consejo es que si se prevé una situación crítica en cualquier organización, lo primero que hay que mantener es la calma y preparar la caja de herramientas para cualquier eventualidad o avalancha de medios de comunicación (si somos mediáticos, claro; si no también hay que implicarse y reforzar la comunicación interna para nuestros colaboradores y proveedores).
-Identificar las situaciones que han originado la crisis.
-Establecer una cadena de mandos para que la información empiece a fluir.
-Designar un comité de crisis.
-Buscar la solución de forma concreta, y lo más rapidamente posible.
-Designar un portavoz. (si no está preparado, hay que hacer un entrenamiento rápido en manos de profesionales que conozcan el mundo de la comunicación).
-Recopilar listados de personas que tienen que estar informadas con teléfonos y direcciones de e-mail (sindicatos, medios de comunicación, proveedores, usuarios, empleados, organizaciones públicas...)
-Preparar un argumentario con acciones preventivas ante los medios de comunicación y tener en cuenta el peor escenario posible (dibujar diferentes preguntas y escenarios).
-Anticiparnos ante los riesgos. Se hace desde la selección. Tenemos que ser capaces de prever los problemas que va a generar cada persona, de manera que se prepara para cuando vengan. Los sufriremos, pero no nos cogerán por sorpresa. Tenemos plan A, B y C; y todos los que sean necesarios preparados.
-Debemos lograr claridad. Que cada uno conozca su rol. Que sepa hacia dónde ir y cómo hacerlo. Para ello, empieza por reunir a todos y consensúa con el grupo la visión colectiva.
-Tenemos que ganarnos el compromiso del grupo porque siempre surgen conflictos.
-El portavoz de una crisis no tiene que ser siempre el máximo responsable, aunque es conveniente que la persona elegida esté directamente implicada en el problema en cuestión, y mantener siempre las líneas de comunicación abiertas mientras que dura el problema.
-Tomar la iniciativa ante los medios, siempre es mejor la comunicación proactiva que la reactiva.
-Mantener el flujo controlado de comparecencias o comunicados actualizando los datos disponibles. Serán días duros, pero mejor siempre llevar nosotros "la voz cantante".
-Si es necesario en la comparecencia, estará presente un gran experto sobre el tema para dar una opinión sobre el tema (en caso de enfermedades, crisis econonómicas...).
-Todos los argumentos y explicaciones se basarán sobre los hechos que han propiciado la crisis. Lo más exactos posibles.
-Avanzar soluciones al problema para enderezar y mejorar la situación que ha propiciado la crisis, y asegurarse que no se vuelvan a repetir.
-Incorporar la colaboración de terceros si fuera necesario.
-Evitar por encima de todo: mentir, estrategias negativas, tentaciones de culpar a terceros ni entrar en descalificaciones.
Sin embargo, estamos hablando de un asunto sencillo. Fácil. En el plano personal, simplemente "tratárles como a ti te gustara que lo hicieran contigo".
En cuanto al método; aún más simple: transmite lo que le interesa a la gente que esté escuchando, con una explicación, comprensible para todo el mundo, hasta para tu abuela; y repítelo tantas veces como sea posible sin ser un disco rallado. (Dicen los expertos que sólo recordamos un 40 por ciento de lo que habíamos escuchado, eso en el mejor de los casos).
Decálogo para salir airoso de una entrevista o rueda de prensa:
1.-Intenta ser amable. Es la regla de oro. Da siempre las gracias. Cuélgate la mejor cara y si el ambiente lo permite la mejor sonrisa. Llama a los periodistas por su nombre. Conoce donde trabajan. Ayúdalos. No te enfrentes ni les dejés en evidencia.
2.-Sé honesto, transparente y proactivo. Si no sabes una cosa, no importa contestar en ese momento, se lo puedes decir más tarde. Cuenta las cosas como son y no como te gustaría que fuesen. Nunca especules y dilo todo sin tapujos. No salgas al paso por salir y si aún no tienes el dato en cuestión, no contestar a la ligera. Es mejor precaución y decir algo así como "todavía estamos recogiendo datos, lo que sabemos hasta el momento es esto... y en el momento de que dispongamos de más información se la proporcionaremos.
3.-Vende beneficio. Sólo conseguiremos atraer la atención de la gente si somos capaces de tratar el asunto con datos que afecten a sus intereses personales.
4.-Exponemos el problema, tengo la solución y encima soy capaz de pasar del plan a al plan b. Esta es una técnica muy positiva y además da credibilidad y proactividad (tomamos la iniciativa).
5.-Pon comparaciones y da una visión humana de las historias que cuentes. Las imágenes visuales se recuerdan más que las palabras que se escuchan.
6.-En 20 segundos. Los flashes son los mejores titulares. Tu idea vendida en menos de 20 segundos. Casi como un twitter y más ahora con la moda de los sms.
7.-Lleva tú el timón y utiliza los puentes que sean necesarios. Tú eres el responsable de tus palabras y sólo tú hablas. Lleva la entrevista o la rueda de prensa a dónde quieras. Si un periodista la entorpece le contestas lo que tengas en ese momento a disposición. Recuerda que no siempre tienes que satisfacer a todos, aunque hay que hacerlo de forma elegante y sútil.
8.-Nunca utilices un off the record. No, no, no. Sólo cuenta lo que tú quieres que se conozca.
9.-Evita la jerga. Sé conciso y sencillo. No todo el mundo sabe de todo.
10.-Miedos a quedarse en blanco. No pasa nada, se recupera el argumentario, y si es necesario se comienza a leer de nuevo el material preparado. No hay mejor improvisación que la preparación. Todo estructurado en un folio.
Y para finalizar: hablar desde el corazón. Sólo se sonríe si el tema es agradable o gracioso. Si estamos ante una crisis, cuidado con las carcajadas nerviosas; aunque siempre es positivo, poner una buena cara. La cara es el espejo del alma.
… cuándo os enterastéis de que los Reyes son los padres? Mi marido tiene en mente, de forma imborrable, aquel día en el que comprendió que los adultos mienten. Menuda conspiración adulta, la cabalgata de los Reyes Magos. Dice Alberto que tardó bastante tiempo en perdonarles la ilusión que habían roto. Creo que esta experiencia, al igual que otras similares que nos suceden durante la infancia nos permite hacernos fuertes para las ilusiones que nos serán pisoteadas en el futuro. Nos permite valorar lo importante que es la ilusión en nuestras vidas, por frágil que nos parezca. Al igual que es el compromiso y la confianza en cualquier organización o entorno. O reconocer la adversidad y hacer las paces con ella. Es cuestión de ir construyendo arqueología interna con paredes herméticas con post-it de colores: credibilidad, respeto, trato justo, orgullo y amistad. De la fragilidad a la fortaleza hay un trecho. Difícil es recorrerla, pero al final, llega la recompensa.